11 mayo 2011

LOS RIESGOS DE LAS ALERGIAS AL VOLANTE.

Buenos días seguidores, los que me conocéis sabréis que tengo alergia al polen, motivo por el que me he preocupado de buscar los efectos de “estornudar” al volante.
Estornudos, picor de ojos, molestias por la luz, congestión general y destilación nasal, entre otros son los síntomas propios de las alergias, al menos los que yo padezco.
Un alérgico que encadene estornudos durante cinco segundos –es habitual hasta ocho o diez seguidos en plena crisis alérgica-, a 90 km/h, estaría sin prestar la debida atención a la conducción durante más de 125 metros.
Este año se prevén niveles de polen bastante altos en primavera (cosa que yo personalmente ya estoy notando), aunque las épocas se matizan en función de la región geográfica donde habitemos y la sensibilidad individual.
No obstante, limpiar el coche con frecuencia, instalar y mantener limpios los filtros HEPA del vehículo (retienen partículas y pólenes), utilizar gafas de sol, no llevar las ventanillas abiertas, entre otros son consejos que le ayudarán a evitar el peligro.
Y sobre todo, estar bajo control médico y advertir al especialista de su necesidad de conducir: éste le propondrá un tratamiento sin efectos secundarios o pautas para ponerse al volante con seguridad.
La página Web de la Sociedad Española de Aerobiología le permite saber cómo están estos niveles y planificar un posible viaje conduciendo.
Consejos para el conductor alérgico.
1.- Consulte al médico y adviértale: Soy Conductor.
2.- Aire, ventanillas y gafas.
3.- Limpieza del vehículo.

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